El diario de campo es un instrumento utilizado por los investigadores para registrar aquellos hechos que son susceptibles de ser interpretados.
En este sentido, el diario de campo es una herramienta que permite
sistematizar las experiencias para luego analizar los resultados.
Cada investigador tiene su propia metodología a la hora de llevar adelante su diario de campo. Pueden incluirse ideas desarrolladas, frases aisladas, transcripciones, mapas y esquemas, por ejemplo. Lo importante es que pueda volcar al diario aquello que ve durante su proceso investigativo para después interpretarlo.
Por supuesto, lo registrado en el diario de campo no será la realidad
en sí misma, sino la realidad vista a través de los ojos del
investigador, con sus percepciones y su cosmovisión. La subjetividad
entra en juego desde el momento del registro de los hechos, y no sólo
en su interpretación. Por eso puede afirmarse que, aunque dos
investigadores trabajen juntos sobre el mismo tema, los diarios de campo
de cada uno de ellos serán diferentes.
Los especialistas recomiendan que el diario de campo sea dividido en dos columnas. De esta manera, el investigador puede incluir en un lado lo referente a las observaciones que realiza y, en el otro, sus impresiones o conclusiones. También es recomendable que, tras la jornada, el investigador se reúna con sus compañeros de trabajo para compartir ideas que pueden ser volcadas al diario.
Hay que tener en cuenta que el diario de campo suele ser el primer paso de los ensayos, reflexiones y libros sobre la investigación en cuestión.
Cada investigador tiene su propia metodología a la hora de llevar adelante su diario de campo. Pueden incluirse ideas desarrolladas, frases aisladas, transcripciones, mapas y esquemas, por ejemplo. Lo importante es que pueda volcar al diario aquello que ve durante su proceso investigativo para después interpretarlo.
Los especialistas recomiendan que el diario de campo sea dividido en dos columnas. De esta manera, el investigador puede incluir en un lado lo referente a las observaciones que realiza y, en el otro, sus impresiones o conclusiones. También es recomendable que, tras la jornada, el investigador se reúna con sus compañeros de trabajo para compartir ideas que pueden ser volcadas al diario.
Hay que tener en cuenta que el diario de campo suele ser el primer paso de los ensayos, reflexiones y libros sobre la investigación en cuestión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario